miércoles, 5 de enero de 2011

entrevista a Javier Darío Restrepo, Padre de la ética periodística en Colombia

Por: Jahel Mahecha  y César Moreno

El 17 de mayo de 2009 en su columna semanal, Carriel, Javier Darío Restrepo anunció su salida del diario El Colombiano, de Medellín. Después de 17 años de escribir para ese medio de comunicación, la dirección le notificó la decisión bajo el argumento de que se trataba de una reorganización en las páginas de opinión. Sin embargo, la situación pone en evidencia que la  visión de los hechos políticos del maestro incomodaba y tensionaba a las cabezas dirigentes del medio.  

Con esta decisión no solo a los lectores se les privó de leer a uno de las mejores columnistas de Colombia, también los periodistas y estudiantes de la profesión han perdido la oportunidad de leer por un buen tiempo a uno de los mejores ejemplos del buen hacer periodístico.

Durante sus últimas columnas en el periódico El Colombiano, el periodista realizó críticas directas a la gestión del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez y dejo clara su preocupación por la concentración de poder que implicaba una segunda reelección.

Esta posición fue recogida en su penúltima columna, ‘La libertad de discrepar’: “Hizo falta proclamar que discrepar de un gobierno no convierte a una persona en terrorista, ni en cómplice de las FARC, ni en enemigo del presidente o de sus fervientes seguidores”, a propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, paradójicamente días después estaría escribiendo acerca de su despedida, la crítica y la ironía en dicha ocasión dieron paso a palabras de agradecimiento sin dejar de señalar las verdaderas causas de su partida.

Javier Darío Restrepo a lo largo de su trayectoria periodística, se ha convertido en un modelo de independencia, de crítica, de cómo es posible aplicar la ética en el actual contexto y nos enseña que la opinión a pesar de los riesgos que implica es necesaria y urgente en un país como el nuestro.


¿Cuáles son las ventajas, riesgos y responsabilidades de escribir opinión?

La ventaja es que tu expresas tu pensamiento y los compartes con tus lectores, ya esto es un motivo de satisfacción para uno, el ser humano está hecho para compartir con los otros, y sobre todo compartir lo más noble que uno produce que es el pensamiento. Y eso desde luego, es un motivo de satisfacción y explica la avidez de muchas personas por escribir columnas de opinión. 

Basta con abrir internet. Todos los días hay gente que quiere que uno los lea. Hay una necesidad de la gente por expresarse. Ahora, cuando eso se hace profesionalmente, es decir, es un periodista que tiene  mucha información, que tiene la formación para obtener información, para analizarla, la satisfacción es mayor, pues ya no es una cuestión solamente empírica, sino que es una actividad que está regida por unos parámetros profesionales. Ahora, las dificultades que eso tiene, en gran parte se derivan de la misma dificultad que hay para controlar las emociones e intereses. 

A mí  me parece que la columna de opinión es un ejercicio de equilibrio personal porque los columnistas tiene sus propios sentimientos y a veces esos sentimientos son mucho más arrasadores  tiene mucha mayor fuerza que los razonamientos, el columnista tiene que transitar el camino intermedio entre las emociones y los razonamientos. Y eso desde luego es difícil. Sabes que muchas veces tendrás que expresar opiniones que no tiene el aplauso de la galería, que es lo que le sucede al periodista que dice honestamente cuando las cosas son así y el resto de la población las está mirando se otra manera. Esto se acentúa en tiempos como los nuestros  en donde la gente tiene mayor acceso a  la información que proviene de múltiples fuentes. 

Simultáneamente con ese fenómeno es el fenómeno de los distintos poderes que quieren manejar la información, y que se muestran inmensamente susceptibles frente a cualquier discrepancia. Cuanto más totalitario y autócrata es un gobernante menos capacidad tiene de tolerar las diferencias, siempre va a querer la uniformización del pensamiento, y ahí el periodista encuentra una dificultad, que a su vez resulta del riesgo de que el periodista quiera también uniformar el pensamiento de las personas que lo están leyendo y no toleren discrepancia alguna.

Eso es fácil de observarlo en la forma de escribir, el que escribe insultando ya sea abiertamente o ladinamente el pensamiento de los otros es  el periodista que se vuelve dogmático, que imparte excomuniones y bendiciones en cada columna, allí aparece el peligro del columnista que siempre está tirando línea, es decir a quien tu puedes definir de entrada como alguien que quiere hacer escuela, secta que no le encuentras interés por el bien público sino el interés por imponer su propio pensamiento es otro de los riesgos que tiene que ver con la responsabilidad.

Esta es la capacidad de responder, yo como columnista debo responder a las expectativas de los lectores. Lo mejor que le pueda pasar a uno es que uno pueda tener correspondencia con los lectores, es decir, que los lectores le manifiesta sus discrepancias, sus entusiasmos, sus propuestas. La mayoría de las veces el columnista está obrando como disparatas a ciegas, sin saber si está dando al centro o no y por eso debe buscar todos los medios de acercamiento con el lector. Es importante recoger la voz de la gente.


 Entonces, ¿siempre es necesario tener en cuenta el tipo de retroalimentación que le brindan los lectores?

Es ahí donde el columnista debe estar blindado con su formación. Pueden llegarte diez cartas y en seis te están replicando con adjetivos y ofensas. Somos un país bastante intolerante. y cuando hay motivos de radicalización como los hubo en el gobierno Uribe, fíjate que ahora eso se ha aplacado con el nuevo gobierno de Santos que tiene una actitud más conciliadora.es que Uribe es un peleador nato, y volvió al país peleando. 

Yo recuerdo que una de mis columnas la comencé diciendo: vamos a analizar los siguientes hechos sin usar un solo adjetivo, solamente hechos, los enumeré.  Y creí que se iban a venir muchas respuestas siguiendo ese mismo juego. No, es decir, hay un tipo de lector que es incapaz de examinar el hecho con frialdad, y que por el contrario opta por el camino fácil del adjetivo. Ese uno de los retos del columnista enseñarle a la gente a pensar. Ese uno de los propósitos de los periodistas

¿La ética es algo que debe acompañar al periodista siempre. Hoy estamos ante una crisis ética en el periodismo?

Eso ha sido siempre una pugna entre ética y periodista. El periodista siempre tiene que optar, no sabe si lo que hizo fue lo mejor, hay que olvidar que la ética que es la elección entre lo bueno y lo malo, no, la ética es la elección entre lo bueno y lo bueno en busca de lo mejor. Ya comienza la conciencia ética cuando se relativiza lo bueno en busca de lo mejor. yo creo que la  crisis ética más bien está en el hecho de que no se entiende que es la ética pues se entiende esta como adoptar la conducta a unos códigos. 

He llegado a dos conclusiones de lo que es la ética; la ética que se mira como  un qué hacer.es una forma de ajustarse a un código, la otra forma de ver la ética  es como una manera de ser, como un talante de la persona. Es la persona que siempre se impuso a sí misma a tomar en medio de las decisiones lo mejor.

Para mí el problema principal es entender que es la ética y no que se le confunda con un código. En la ética no puede haber tribunales.
Una influencia grande es el periodista mal pago, ese periodista no se puede permitir en pensar ser profesionalmente excelente si no sabe como reunir la plata para el mercado semanal. Ahora en los medios resolvieron hacer internet, radio, televisión, y el periodista tiene que estar multimedia, sin que se le pague más. La ética es excelencia

¿Cómo era el proceso de trabajo y escritura en el colombiano?

Lo primero es seleccionar el tema, es eso que está en el ambiente de los lectores y les está motivando preguntas. No hay que atenerse solo al hecho, el columnista no muy profesional cuenta los hechos que ya todos saben. Yo siempre busco cuál es la idea principal de los hechos. Luego te documentas, los datos actuales del tema para escribir con precisión, usando los términos correctos. Luego hay que pensar el enfoque y el estilo para escribir, y si es necesario una mecánica narrativa. Siéntate a escribir y luego espera cual es la reacción que tiene lo que escribes.


¿Es imposible hacer opinión crítica desde un medio oficialista?
Yo creo que es casi imposible porque desde los medios oficialistas no hay información sino propaganda, y esto es manipulación de la opinión. Los medios oficialistas son criaturas contra natura, la información es un bien público pero es el bien  público debe estar en manos de la gente y no del gobernante. El gobernante solo debe usarla para dar a conocer normas, pero no debe utilizarla para hacer polémica sino para actuar y corresponder a la confianza de la población. En cambio los medios deben estar al servicio de la sociedad. Hay una balanza, una relación  de peso y contrapesos, de un lado está el gobierno que tiene unos monopolios donde maneja la economía, monopolio de las armas y las leyes. Y esos tres monopolios pesan, entonces el contrapeso se hace en una democracia a través de la palabra, entonces la democracia es el imperio de la inteligencia. Los periodistas no tenemos más poder que el de las palabras. Debemos resolver el dilema al servicio de quien ponemos las palabras.