miércoles, 20 de octubre de 2010

El triunfo de Piñera








El exitoso rescate de los 33 mineros en Atacama disparó la popularidad del presidente Sebastián Piñera, pero aún sigue estando por debajo de la de sus predecesores. Su gestión despierta polémica.

"Estamos bien en el refugio, los 33". Con el anuncio de este mensaje el presidente chileno Sebastián Piñera emprendió junto con su equipo de gobierno desde agosto el rescate más complejo y seguido de la historia, que le dio a su popularidad en picada un giro positivo, al pasar del 46 al 65 por ciento en menos de tres meses.

Se trata, según la última encuesta de la firma Adimark, del mejor nivel alcanzado por el mandatario desde su llegada al Palacio de La Moneda, el 11 de marzo de este año. Sin embargo, su popularidad está por debajo de la de sus predecesores como Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, quienes llegaron a alcanzar el 80 por ciento de favorabilidad.

"Creo que el manejo de la crisis de los mineros y el hecho de que hayan aparecido con vida fue un factor muy importante para explicar el alza de casi 20 puntos”, dijo desde Santiago el director de Adimark, Roberto Méndez.

El jefe de Estado chileno no ha cometido errores de consideración, y por el contrario, ha sabido enfrentar varios retos cruciales como el terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter, las huelgas de los indígenas Mapuche y ahora, el rescate de los mineros. Sin embargo, tiene una trayectoria que, según el electorado, ensombrece su gestión: es un empresario rico que no pertenece a la Concertación de Partidos por la Democracia, una coalición de agrupaciones de izquierda que ha gobernado a Chile durante los últimos 20 años.

En declaraciones, Patricio Navia, profesor de la Universidad de Nueva York, señala que el Presidente ha trabajado ágilmente para superar las dudas que algunos chilenos han mantenido en torno a la derecha, como el temor de que con Piñera se vuelva a un gobierno autoritario como el de Augusto Pinochet: “si él pudo ganar la elección fue porque logró demostrar que había sido un candidato de derecha que enfrentó el fantasma de la dictadura Pinochet, pero no se puede negar que es un legado que tiene un gran peso sobre lo que hasta ahora ha sido su gestión como jefe de Estado”.

Por su parte, Cristian Antoine, periodista chileno y Doctor en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid afirmó que en la actual administración “podrían haber quedado vestigios del pasado dictatorial, pero hoy en día el gobierno nos ha sorprendido al tener un signo distinto para dirigir al país. La recuperación económica de Chile ha sido notoria”.

Otro de los asuntos polémicos sobre Piñera es su pasado empresarial. Se temía que, con una fortuna personal de más de 2.000 millones de dólares (según la revista Forbes), el Presidente utilizara su posición a favor de sus propios negocios. Pero los temores disminuyeron cuando vendió sus acciones en la aerolínea LAN y el canal de televisión Chilevisión.

Es indudable que los logros del mandatario también se han favorecido por su fuerte aparición mediática, aprovechando el rescate para validar el eslogan de que ¢las cosas se hacen bien¢. Afirmaciones como: “la principal riqueza de nuestro país no es el cobre, son los mineros. No son los recursos naturales, son los chilenos”, afianzaron en el mundo la imagen de Piñera como un buen estratega y un buen dirigente.

Benjamín Herrera, director de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana, explicó que, “es necesario reconocer su astucia política. Una vez pase la euforia y comience el debate sobre las condiciones de funcionamiento de las minas en Chile y los reclamos sobre la seguridad en donde ocurrió el accidente, creo que esa popularidad bajará”.

Sin embargo, el Presidente no tardó en entender la necesidad de revisar los problemas de seguridad en la industria minera y aprobó una controvertida legislación para subir los impuestos a las compañías extranjeras que trabajan en Chile.

“Es un tema que ha venido discutiéndose hace varios años y se había instalado un consenso respecto a la necesidad de subir los aranceles impositivos a las compañías mineras, dada las características de la explotación. En cierto sentido, la derecha no estaba muy convencida, pero al final, ganó el personalismo del presidente, más que el proyecto que ese sector político podría reivindicar como propio”, destacó Cristina Moyano, profesora de Historia de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

Para Héctor Vera, periodista de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), queda por saberse “si habrán reales medidas para mejorar las condiciones laborales o será solo una operación de marketing. La gente verá claramente el camino que se tomará”.

También, por estos días, en los medios circula la idea de que el derrumbe en la mina ya no es considerado "un terrible accidente", sino que ahora es una "terrible oportunidad" para el oficialismo. Margarita Pastene, Directora de la carrera de Ciencia Política de la Usach, opina que, “ese es el drama de esta tragedia, el oportunismo político. Así es y será. La "terrible oportunidad" para el oficialismo tras la situación de los mineros, como lo ha sido también la tragedia del terremoto, devela algo terrible: ¿Cuál es el programa real de gobierno del Presidente? esperemos que aproveche estas "oportunidades" en función de su programa de gobierno, si no habría que pensar que está improvisando”.

De otro lado, no se puede ignorar que dentro de su gestión presidencial, Piñera ha ejecutado varios de los programas y políticas que fueron diseñados desde el gobierno anterior y tiene varias metas que faltan por cumplir. “Este gobierno tiene deudas en el tema de seguridad ciudadana, con el Transantiago y la legislación laboral, ha cumplido con imponer ritmos más eficientes en el área de la salud, pero con políticas que tienden a darle mayor importancia al sector privado, sin que eso implique una reformulación del sector público” aseguró  María Castillo, una chilena que actualmente vive en la capital.

Por ahora, el Presidente lleva a cabo una gira por Europa en Reino Unido, Francia y Alemania para darle largo aliento a la buena imagen de Chile. En una entrevista con un diario local, señaló que tras el rescate a los mineros, "Chile será recordado no por Pinochet, sino como un ejemplo de unidad, liderazgo, coraje, fe y éxito”. Por su parte, el ex ministro de Defensa del país austral, Francisco Vidal, en una entrevista al programa El primer café de Radio Cooperativa criticó lo dicho por Piñera: “hay una exageración al señalar que Chile es un antes y después de los mineros. Afirmar que ellos reemplazaron a Pinochet como imagen internacional, es como decir que la vida bien salvada de 33 compensa los tres mil asesinados".

Aunque la popularidad del mandatario pasa por su mejor momento, no se puede dejar a un lado la otra cara del país. Alrededor del 15 por ciento de los 17 millones de chilenos viven bajo la línea de pobreza, el salario mínimo que ganan muchos es de 172.000 pesos (358 dólares) mensuales y aún hay lugares sin electricidad ni agua corriente, hay inequidades en la educación y altos costos en materia de salud. Para Navia como para algunos chilenos, el rescate ha convertido a Sebastián Piñera en una estrella internacional, “pero eso durará poco, la percepción que permanecerá será la de que el gobierno chileno puede hacer grandes cosas. Convertir a Chile en un país del Primer Mundo es una tarea mucho más gigantesca que rescatar a 33 mineros atrapados. Eso es lo que todos esperamos tras la epopeya”.

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